
Si ya conoces las Letras del Tesoro, sabrás que son el vehículo que utiliza el Estado para financiarse a muy corto plazo. Pero ¿qué ocurre cuando el Estado necesita dinero para proyectos que se extienden más allá de un año? Aquí es donde entran en juego los Bonos y Obligaciones del Estado.
Los Bonos y Obligaciones del Estado también te permiten «prestarle» dinero al Estado español, pero con un compromiso temporal mucho más amplio. Se consideran, al igual que las Letras, una de las inversiones más seguras dentro del ecosistema financiero español por esa garantía de pago del Estado.
La principal diferencia con las Letras reside en el plazo y en la forma de pagar los intereses.
¿En qué se distinguen Bonos y Obligaciones?
La diferencia es puramente temporal, aunque en la práctica funcionan de manera muy similar:
- Bonos del Estado: Tienen un vencimiento de 3 o 5 años. Son la opción de «plazo medio».
- Obligaciones del Estado: Se emiten a un plazo más largo, generalmente a 10, 15, 30 e incluso 50 años.
Ambos son el instrumento ideal si buscas una inversión de renta fija donde la seguridad es primordial y tienes un horizonte temporal que va más allá de un año.
Cómo funcionan los Bonos y Obligaciones del Estado: La Renta Periódica y el Cupón
A diferencia del sistema de descuento que hemos visto con las Letras, los Bonos y Obligaciones no te pagan la rentabilidad al vencimiento. En su lugar, generan una renta periódica conocida como cupón.
El cupón es el interés fijo que el Tesoro se compromete a pagar al inversor de forma regular, normalmente una vez al año. Es como una retribución que recibes por mantener el título, y lo mejor de todo es que sabes desde el primer momento cuánto vas a recibir y cuándo.
Vamos a explicar este sistema con un ejemplo para que quede claro:
Compras un Bono del Estado a 5 años con un valor nominal de 1.000 € y que tiene un interés (cupón) del 4%.
- Renta Anual (El Cupón): Cada año, el Tesoro te pagará el 4% del valor nominal. Esto es, 40 € anuales.
- Cobro Total: Recibirás 40 € al año durante 5 años. En total, 200 € en cupones.
- Amortización: Cuando concluya el plazo (los 5 años), el Estado te devolverá íntegramente los 1.000 € del valor nominal.
De esta forma, obtienes la ventaja de la renta fija (sabes lo que ganas) y, a la vez, tienes un flujo de ingresos constante mientras mantienes la inversión.
La Mecánica de Compra: Precio y Valor Nominal
Hay otro aspecto que debes considerar y que complica un poco la sencillez de las Letras: el precio de compra no siempre es el valor nominal (1.000 €).
Los Bonos y Obligaciones se negocian en un mercado secundario. Esto quiere decir que su precio puede estar:
- Bajo la par: Pagas menos de 1.000 € por el bono.
- A la par: Pagas exactamente 1.000 €.
- Sobre la par: Pagas más de 1.000 € por el bono.
Aunque el precio de compra varíe, la clave es que el Estado siempre te pagará el valor nominal (1.000 €) al vencimiento y el cupón fijo anual. Si compras «bajo la par», tu rentabilidad total será mayor.
¿Cómo invertir en Bonos y Obligaciones del Estado?
Al igual que ocurre con las Letras, invertir en Bonos y Obligaciones es invertir en uno de los productos de inversión más sencillos gracias a la posibilidad de hacerlo online.
Los pasos son idénticos a los de las Letras, ya que se gestionan en la misma plataforma:
- Regístrate en la web del Tesoro Público y abre tu Cuenta Directa.
- Accede al servicio de compraventa.
- Selecciona la opción de Bonos u Obligaciones (dependiendo del plazo) y el importe que deseas invertir.
Ten en cuenta que estos títulos también se subastan, aunque el mecanismo es más complejo al tener que considerar el cupón y el precio. Si eres un inversor particular, la opción no competitiva (aceptando el precio medio de la subasta) será la más sencilla y recomendable.
¿Qué son los bonos verdes soberanos?
En los últimos años, en consonancia con el aumento de la importancia del medioambiente en la opinión pública, el Gobierno ha creado un programa de emisión de bonos verdes soberanos.
La finalidad de estos bonos es que los inversores cuenten con la garantía de que su inversión está destinada exclusivamente a proyectos relacionados con la «lucha contra el cambio climático y la protección de la biodiversidad de los ecosistemas», de acuerdo con la información de las autoridades.
Entre los proyectos financiados se encuentran aquellos relacionados con la mitigación y adaptación al cambio climático, el uso sostenible y la protección de recursos hídricos y marítimos, la transición a una economía circular, la prevención y control de la contaminación, así como la recuperación y la biodiversidad y los ecosistemas.
Conclusión: Ventajas e inconvenientes a medio y largo plazo
Los Bonos y Obligaciones son la inversión ideal para un perfil conservador que busca seguridad y, además, necesita rentas periódicas (los cupones) o tiene un objetivo financiero a muy largo plazo.
En el otro lado de la balanza, la principal desventaja sigue siendo la rentabilidad, que, como ya sabes, va directamente relacionada al bajo riesgo. Además, si necesitas vender estos títulos antes de tiempo, tendrás que hacerlo en el mercado, donde podrías perder dinero si el precio ha caído.
En resumen, son la forma perfecta de complementar tu inversión a corto plazo en Letras u otro tipo de inversiones, proporcionándote una base sólida y segura para tu planificación financiera de largo recorrido.
Son un producto de inversión de renta fija, en el cual puedes «prestarle» dinero al Estado a cambio de intereses. Los Bonos son a medio plazo (entre 2 y 5 años) y las Obligaciones se emiten normalmente a 10, 15, 30 e incluso 50 años.
En las subastas más recientes, los Bonos del Estado ha tenido una rentabilidad del 2,21% a 3 años, y del 2,73% a 5 años.
En las subastas más recientes, las Obligaciones del Estado han ofrecido un interés del 3,2% a 10 años y del 4,07% a 30 años.
Se consideran una de las inversiones más seguras a medio y largo plazo (respectivamente) que puedes hacer. Sin embargo, recuerda que todas las inversiones conllevan riesgos, por seguras que sean.
Pese a que su funcionamiento es similar, lo cierto es que no se recomiendan para el mismo perfil de inversor. Los bonos privados, pese a ser también de medio plazo y renta fija, ofrecen un interés mayor a cambio de un riesgo mucho mayor, por lo que será esencial que analices la situación de la empresa y el sector económico antes de apostar por ella.
Al invertir en Letras solo deberás pagar impuestos por la rentabilidad obtenida entre a compra y el reembolso. Tus primeros 6.000€ tributan al 19%, de 6.000€ a 50.000€ tributan al 21%, de 50.000€ a 200.000€ tributan al 23%, de 200.000€ a 300.000€ al 27%, y de 300.000€ en adelante al 30%.
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