Tarjetas para Jóvenes
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¿Qué es una Tarjeta para Jóvenes?
En España, al igual que un gran número de países, es perfectamente legal -y en algunas ocasiones recomendable- que un menor de edad tenga su propia tarjeta bancaria.
Pese a que pueda resultar chocante en un primer momento, esto se debe a que la tecnología e infraestructura detrás de las tarjetas bancarias ha avanzado enormemente en los últimos años, creando tarjetas con cualidades compatibles con el manejo responsable.
¿En qué situaciones tiene sentido una tarjeta para jóvenes?
Si tu hijo va a realizar un viaje de fin de curso con el instituto, forma parte de un programa de intercambio de estudiantes, o sencillamente quieres que comience a administrar sus finanzas de forma segura, es posible que una tarjeta bancaria sea una opción bastante más recomendable que el dinero en efectivo.
Esto se debe a que las tarjetas bancarias son mucho más seguras en caso de pérdida y robo, permiten una mayor supervisión parental e, incluso, cuentan con funciones como la de controlar la cantidad de dinero de la que pueden disponer los jóvenes.
Recuerda que un menor de edad no puede contratar por sí mismo una tarjeta bancaria, por lo que deberán ser sus padres o tutores legales los que realicen esta operación, además, suele existir una edad mínima que ronda entre los 12 y 14 años.
¿Tarjetas para jóvenes, tarjetas para adolescentes, o sencillamente buenas tarjetas?
En la actualidad, existe una amplia gama de tarjetas bancarias con cualidades específicas que las hacen más recomendables para unos casos u otros.
Partiendo de la premisa de que estás buscando una tarjeta para menores de edad o sencillamente jóvenes menores de 30, puedes encontrar tarjetas bancarias de distintos tipos y bajo distintas denominaciones, las cuales suelen comercializarse bajo los términos «tarjeta para menores» o «tarjeta para jóvenes».
Por norma general, estas tarjetas son habitualmente tarjetas prepago o tarjetas de débito, y es posible que cuenten con funciones especiales de control parental. Además, con frecuencia estas tarjetas ofrecen pequeños descuentos al realizar pagos realizados con actividades culturales e incluso puede que incluyan las funcionalidades de un Carné Joven.
Sin embargo, y cuando hablamos de jóvenes que ya han cumplido los 18 años, harías bien en considerar otras tarjetas bancarias que, si bien puede que no estén diseñadas específicamente para jóvenes, pueden ser muy buenas tarjetas bancarias de débito o prepago.
¿Qué tipo de Tarjetas para Jóvenes existen?
A la hora de elegir una tarjeta para jóvenes es fundamental que tengamos en cuenta las diferencias entre los tres tipos de tarjeta bancaria más habituales. Estos serían la tarjeta de crédito, la tarjeta de débito y la tarjeta prepago.
Tarjetas de crédito para jóvenes
Las tarjetas de crédito son el todoterreno de las tarjetas bancarias: Con ellas puedes realizar compras por internet, pagar en comercios, sacar dinero en cajeros y, especialmente, disponer de una línea de crédito de la que tirar cuando hayas agotado los fondos que tengas en cuenta.
Precisamente por su cualidad diferencial (disponer de crédito) son tarjetas que no aconsejamos otorgar a un joven, ni muchísimo menos si es menor de edad. Las tarjetas de crédito son productos bancarios que pueden ser muy útiles si se utilizan de forma totalmente consciente y responsable, pero generan intereses y pueden darnos muchos quebraderos de cabeza.
Si bien no tenemos constancia de que exista ninguna para menores de edad, algunos bancos ofrecen tarjetas de crédito específicamente diseñadas para menores de 30 años.
Tarjetas de débito para jóvenes
Las tarjetas de débito han sido, son y probablemente seguirán siendo las tarjetas bancarias más habituales del mercado. Esto se debe a algo muy sencillo: puedes realizar prácticamente cualquier pago con ellas (salvo quizás algún alquiler de vehículos, donde todavía puede que te requieran utilizar una tarjeta de crédito) y al mismo tiempo suelen tener unos costes de emisión, mantenimiento, etc. muy bajos o directamente inexistentes.
Además, las tarjetas de débito no te permiten gastar más dinero del que tienes en cuenta, motivo por el cual es la opción preferida de muchos adultos y, quizás, también sea la opción más recomendable como tarjeta para jóvenes.
Existen multitud de tarjetas de débito especialmente diseñadas para menores de edad, que pese a que suelen requerir que el menor tenga al menos 16 años, en ocasiones puedes encontrar una edad mínima de 12 a 14 años. Eso sí: la concesión siempre deberá tramitarla uno de sus padres o tutores legales.
Tarjetas prepago para jóvenes
En los últimos años se ha popularizado un nuevo tipo de tarjetas bancarias muy peculiar conocido como tarjetas prepago. Estas tarjetas tienen la peculiaridad de que no van vinculadas a una cuenta bancaria, son más fáciles de conseguir y están pensadas para un uso más limitado.
Las tarjetas prepago, al igual que las tarjetas de débito, impiden gastar más dinero del que se dispone en cuenta, con la peculiaridad de que solo puedes gastar lo que se haya asignado a la tarjeta en concreto, y no todo el dinero de la cuenta bancaria, como en el caso de las tarjetas de débito.
Esto permite un control más sencillo e intuitivo por parte de los padres o tutores, aunque conlleva un mayor número de comisiones cada vez que se realicen ciertas operaciones como recargar el saldo de la tarjeta.
Ventajas de las tarjetas para jóvenes
Existen ciertas ventajas a la hora de entregarle su propia tarjeta bancaria a un joven:
- Supervisión: Podrás controlar qué, cuándo, dónde y cuánto está pagando tu hijo, ayudando a una transición más segura a su vida adulta.
- Independencia: Tu hijo podrá disfrutar de una mayor autonomía y mejorar su educación financiera en un entorno controlado.
- Seguridad: Ante casos de robo y pérdida las tarjetas bancarias son claramente más seguras que el dinero en efectivo, ya que podrás devolver recibos, bloquear la tarjeta, activar la verificación en dos pasos ante pagos inusuales, etc. Y, si el menor necesita más fondos, puede recibirlos de forma instantánea gracias a Bizum y similares.
- Bajo coste: Si se trata de una tarjeta de débito para jóvenes, lo más habitual es que no tengan prácticamente ningún coste de emisión ni mantenimiento.
Consejos sobre la primera Tarjeta para Jóvenes
Si estás pensando en darle a tu hijo su primera tarjeta bancaria, nunca está de más que el menor reciba una serie de consejos que, si bien a nosotros nos pueden parecer obvios, es importante asegurarse de que el menor los conozca:
- Deben establecer una cantidad mínima de dinero de reserva, dedicada para emergencias reales y no caprichos o gastos superfluos
- La tarjeta es personal e intransferible, y debe estar en un lugar seguro en todo momento
- El número de tarjeta y todos sus datos deben ser privados, especialmente el CVV y la clave de verificación móvil
- La clave de validación móvil y la clave para acceder a la aplicación del banco no deben ser las mismas, ni repetirse en ninguna otra cuenta de correo electrónico, cuentas de videojuegos, etc
- Nunca deben realizar compras online conectados a redes Wi-Fi públicas, pues son fácilmente interceptables
- En caso de pérdida o robo, lo primero que debe hacer es contactar contigo para iniciar el proceso de bloqueo o anulación con el banco
Preguntas frecuentes sobre las Tarjetas para Jóvenes
Pese a que no sea un término estandarizado ni utilizado de la misma forma por las distintas entidades financieras, hablamos de una tarjeta para jóvenes cuando hablamos de una tarjeta para menores de edad o, en todo caso, de una tarjeta con beneficios específicos para personas con menos de X edad.
En España los bancos las ofrecen desde los 16 años normalmente, pero algunas entidades como BBVA las ofrece desde los 12 años. Eso sí, todas solicitan la autorización y tramitación por parte de los padres o tutores legales.
Todo depende del caso específico, aunque es difícil concebir un escenario en el que sea más recomendable darle el dinero en efectivo. Las tarjetas bancarias de débito y prepago son productos financieros compatibles con las particularidades de los menores de edad, además de ser mucho más seguras que el efectivo.
¡Por supuesto! Una buena tarjeta para jóvenes debería permitirte en todo momento establecer un límite de gastos, controlar sus movimientos e incluso bloquear y desbloquear la tarjeta en tan solo un instante.
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